Los discos de la columna vertebral o discos intervertebrales son estructuras semigelatinosas (relativamente viscosas) que tienen por función la amortiguación y separación entre dos vértebras así como el soporte de peso y presión. Poseen cierta flexibilidad y adaptación a los movimientos que la columna puede hacer.
El segmento cervical superior (C0-C1-C2) es un caso distinto porque no hay disco intervertebral entre el Atlas (C1) y el Axis (C2). En tanto C1 y C2 dan paso a las arterias vertebrales, su canal vertebral es más amplio. Desde C2-C3 hasta L5-S1, entre cada vértebra hay un disco intervertebral que actúa como articulación.
Cuando la capacidad de los discos es sobrepasada, se producen deshidratación, desgastes precoces (discartrosis), discopatías y hernias discales. El sobreesfuerzo intelectual, la posición sentada prolongada y el trabajo por horas en la computadora, el libro o el móvil, constituyen también una fuente de sobrecarga importante a los discos de la columna cervical.
Los traumatismos repetitivos, los impactos, la falta de ergonomía, el sedentarismo, la poca ingesta de agua, el sobrepeso, el exceso de carga de pesos sobre la espalda o desde los brazos, la posición sentada prolongada y la poca higiene de postura, son auténticos detonantes de las discopatías, discartrosis y hernias de disco a nivel dorsal y lumbar.
El disco L5-S1 es aquel que tiene mayor tendencia a la hernia por tratarse de un disco en la zona transicional entre lumbares y sacro, con lo cual su orientación es oblicua y está mayormente expuesto a ser el depositario de las cargas asimétricas prolongadas. La anteriorización de cabeza que acompaña a la Desalineación Menor del Atlas, aumenta la sobrecarga a éste disco.
La Desalineación Menor del Atlas trae consigo cambios en la postura y las curvas de la columna así como acortamientos indeseados en varios grupos musculares (tanto de la cadena anterior como de la posterior). Esto repercute negativamente en los discos cervicales y lumbares, especialmente, reduciendo el porcentaje de flexibilidad y adaptación de dichas estructuras.
El sobrepeso, la mal nutrición, la mala postura, el sedentarismo, el tabaquismo, los trabajos en posiciones prolongadas (odontólogos, bacteriólogos, cirujanos, oficinistas), los trabajos con exceso de trauma, peso, y vibración (obreros, conductores, ganaderos, agricultores), etc. predisponen a las anomalías en los discos. Eso reduce la efectividad de la corrección del DIM de C1.
AtlasPROfilax y las anomalías en los discos de la columna
"¡AtlasPROfilax me salvó de una cirugía!"
"¡Quedé aterrado! ¡Me cambió todo... la vida!"
Mejoría del 70% en el dolor por hernia discal.
"¡Los dolores mejoraron hasta un 90%!"
"Cuando salí de aquí, dije: ¡esto es magia!"
"¡Es como haber vuelto a nacer!"
Por favor, lea nuestra advertencia.
No es nuestra pretensión que los lectores de esta página web asuman que el Desarreglo Intervertebral Menor del Atlas es la causa única de los problemas de salud enunciados a continuación en este apartado. El dolor suele ser una señal de alerta de que hay una lesión tisular real o potencial, por lo que es preciso acudir al especialista para advertir de sus posibles causas.
P.e. una cefalea o un dolor local puede tener muchas causas y ser una señal de que una enfermedad está en curso. Incluso un aparente dolor muscular benigno puede advertir de un trastorno metabólico, inmunológico, vascular o articular. Por ello, si tiene alguno de estos problemas de salud, consulte con su médico y siga el tratamiento respectivo. Recuerde autogestionar su salud con celeridad.
AtlasPROfilax® es un método kinesiológico que secunda a la medicina alopática y a la natural así como a la odontología ortopédica. En ningún caso interfiere o reemplaza los tratamientos médicos – odontológicos ni los medicamentos. El único objetivo que persigue es corregir el DIM del Atlas para mejorar la calidad de vida del paciente y para hacer de éste un terreno más fértil para cualquier tratamiento y terapia posterior.
De igual forma que una gran cantidad de pacientes reacciona bastante bien con especialidades de la medicina complementaria (homeopatía, terapia neural, acupuntura, naturopatía, aromaterapia, nutracéutica, osteopatía, quiropraxis, masajes, terapias energéticas, etc.) hay siempre, una población que por poca receptividad a estas técnicas o por la condición de su propia salud, no tiene los resultados esperados.
Asimismo y tal y como citan los biólogos chilenos Maturana y Varela, “Los seres vivos son redes de producciones moleculares en las que las moléculas producidas generan con sus interacciones la misma red que las produce”. Ese principio de autopoiesis que trata de la autoproducción y autorregulación, explica por qué algunos pacientes evolucionan favorablemente con una terapia mientras que otros no.
Todo lo anterior para puntualizar que la corrección del DIM del Atlas se ha mostrado altamente efectiva en la disminución del dolor miofascial crónico benigno, en algunos trastornos funcionales de la postura así como en el reordenamiento del Sistema Tónico Postural. Sin embargo y como ocurre en cualquier especialidad de la medicina complementaria, los resultados son proporcionales a la autopoiesis del paciente.
Existen varias probables etiologías para el desarrollo de disfunciones y dolor en el cuerpo, desde las alteraciones endógenas (genéticas, congénitas, autoinmunes, etc.), exógenas (alérgicas, iatrógenas, patógenas, etc.), ambientales (mecanoposturales, ergonómicas, profesionales, etc.) y multifactoriales (neoplásicas, idiopáticas, psicosomáticas, etc.).
La desalineación del Atlas no se había tenido presente hasta el desarrollo de la Osteopatía en 1874 por A. Taylor Still, M.D. y el nacimiento de la Quiropráctica en 1895 por D. D. Palmer. La inclusión del concepto de Desarreglo Intervertebral Menor se hizo en 1969 por R. Maigne, M.D. El DIM del Atlas, estudiado en profundidad durante 20 años por el Dr. R.-C. Schümperli, E.M., fue publicado en 1993.
El DIM de C1 es uno de los factores detonantes del dolor miofascial pero no es el único. Desarreglos Intervertebrales Menores de cualquier área de la columna vertebral pueden proyectarse en ciertos músculos y ligamentos en forma dolorosa. Esto para precisar que el DIM de C1 no es la justificación para todos los dolores miofasciales, si bien, la corrección de este DIM propicia la reversión de DIMs de otras áreas.
La corrección del DIM de C1 ha resultado altamente favorable para los siguientes casos: